Hablando de ARTROSIS

Según la literatura médica, los pilares en el tratamiento conservador de la artrosis de rodilla son la pérdida de peso y el ejercicio. Además el ejercicio es el complemento ideal de los cambios nutricionales en la reducción de peso. Dentro de los diferentes tipos de ejercicio, se destaca el fortalecimiento muscular, que ha demostrado un efecto muy importante en disminución del dolor, mejoría del estado físico, de la funcionalidad y del estado de ánimo, en enfermedades crónicas como la artrosis de rodilla. Además del fortalecimiento muscular, el ejercicio aeróbico y el ejercicio funcional han demostrado efectos positivos para el paciente con artrosis. En los últimos años se ha encontrado que a mayor intensidad en la actividad física se observan mayores beneficios. Teniendo en cuenta esto, se sugiere que la exigencia en la actividad física sea moderada e idealmente dirigida por un profesional del ejercicio.

Hasta hace poco se recomendaba hacer ejercicio durante 30 minutos, tres veces a la semana. Hoy en día se recomienda que este sea el punto MINIMO, pero en la medida que el ejercicio sea más vigoroso, más frecuente y más prolongado, puede traer mayores beneficios por ello se considera la natación o ejercicios acuáticos una gran alternativa para pacientes con marcada limitación o edad avanzada.

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